Mientras los hombres eran guerreros, las mujeres se encargaban de las labores del campo; sus plantaciones las hacían en medio del bosque, y según Bedoya, en tierras cálidas recogían hasta tres cosechas, dos en las templadas, y en las frías solo una, se sembraba principalmente maíz, -el cual era la base de la alimentación- yuca, arracacha, mafafa, calabaza, frisoles, batatas, achiote, ají, hibias, algodón, fique, cubias, aguacates, maní… en cuanto a frutas, los cultivos más destacados eran de ahuyamas, guanábanas, papayas, melones, piñas, badea, granadilla, guayaba, chachafrutos, cachipaye, uchuvas. Sigue leyendo