VIDA DESPUES DE LA MUERTE

Desde que el hombre tiene capacidad de razonamiento, y conciencia de que existe, le ha asaltado la duda de qué hay después de la muerte, y la etnia pijao no ha sido la excepción.

Para ellos, al igual que para muchas otras culturas indígenas de Colombia, la muerte es una continuidad de la vida. Para ellos, cuando una persona muere, simplemente pasa a otro plano, donde no le podemos ver, ni oír, ni percibir de ninguna otra manera, pero allí está.

Según los indígenas, existen varios animales que sí pueden ver este tipo de manifestaciones, e inclusive se dice que algunas personas poseen este don; que, en otras palabras, es la capacidad de ver a los muertos, pero no solo los hombres muertos, sino también los espíritus de la naturaleza (véase animismo) en forma de apariciones con forma humana o similares.

También se tiene un concepto primitivo de reencarnación, en donde esta alma perdida en el plano fuera de nuestra percepción,  eventualmente regresa a otro cuerpo para dar continuidad a la existencia del alma.

De acuerdo con este concepto de muerte, los indios Pijaos, al igual que los Muiscas y algunas otras culturas, solían honrar a sus muertos enormemente, hasta el punto en que solían momificarlos,  para luego llevarlos a las fiestas y a las batallas, como emblema que imponía respeto y prominencia.

Momia Muisca en el museo del banco de la república en Bogotá.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con la llegada de los españoles a América, todas estas tradiciones quedaron atrás, prohibidas por la iglesia, que las calificó de brujería y adoración al demonio.

En la actualidad, afortunadamente estos estigmas se han dejado atrás. Los indígenas Pijao todavía realizan ceremonias funerarias para honrar a sus muertos a su manera tradicional. El ritual consta de unos novenarios, y otros ritos, que festejan la muerte como la perpetuación del alma y permiten que el alma del difunto regrese a otro cuerpo en este plano para continuar con su existencia.

LOS TRES NIVELES DE AUTODESCUBRIMIENTO

En el trabajo del autodescubrimiento debemos saber que el hombre, de acuerdo a la concepción Andina, tiene tres niveles, para poder tener la oportunidad de descubrirse: el primer nivel que se llama Hanan Pacha o un mundo espiritual; el segundo nivel o Cay Pacha, el mundo del aquí y ahora, de los pensamientos y los actos volitivos de la vida diaria; y un tercer nivel, el Ucu Pacha, que es el nivel denso, el nivel del Ego.

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